La adopción de rutinas orientadas a promover buenos hábitos de sueño, se deben establecer desde muy temprana edad. La importancia del sueño, las horas de sueño reparador y el tiempo ideal de sueño, varían según la etapa de la edad y el desarrollo.
La importancia del sueño en los bebes.
El bebé debe tener un ritual para dormir bien establecido desde la infancia. Durante el primer año, de vida, el niño pasa por varias etapas de desarrollo. La calidad y la cantidad del sueño tienen mucha importancia, como motor de crecimiento y autonomía.
Incluso desde el útero, el bebé adquiere y establece hábitos de sueño y, según algunos expertos, los ciclos de sueño del bebe en gestación, difieren de los de la madre.
Un recién nacido, duerme más horas que un bebé de 6 meses de edad, por ejemplo. El sueño del recién nacido se extiende durante varios periodos durante el día, alternando con actividades muy básicas y muy primarias como la alimentación. A medida que crece, los tiempos de sueño del bebé se consolidan en uno nocturno, y otro mucho más corto, generalmente en las tardes.
Mientras que el recién nacido, con menos de seis meses de edad, duerme entre 14 y 17 horas, un bebé de más de 6 meses de edad apenas lo hará de diez a 12 horas.
Es en este momento de la vida del niño, cuando conviene establecer rutinas de sueño, que perduren a lo largo de su niñez y adolescencia. Aunque, como es natural y debido a las múltiples actividades que asumirá en el futuro, el periodo de sueño ira disminuyendo paulatinamente, es conveniente asegurarnos que este nunca sea inferior a ocho horas diarias.
Los adultos debemos dormir ocho horas diarias, como mínimo. Esta es una cantidad de sueño más que aceptable. La calidad del sueño es otra cosa. La importancia del sueño para una vida sana y feliz, hace que te compartamos esta última recomendación, la cual puedes obtener siguiendo este enlace.