¿Es posible sufrir estrés en verano? Parece mentira, pero la llegada del verano puede llegar a provocar más estrés del que parece. Puede parecer que con la jornada reducida en muchas empresas, las vacaciones y el mayor número de horas de sol se trata de una época en la que disfrutar de mayor relax y vitalidad parecen la norma, pero para muchas personas no es así.
A ello contribuyen distintos factores, que van desde las vacaciones escolares de los niños a tener que planificar las vacaciones. Y si se reside en una zona caracterizada por el calor, que muchas veces potencia el nerviosismo, la sensación de agobio puede llegar en muchos casos a potenciar el grado de agobio. Para evitarlo no sólo hay que seguir unas sencillas pautas, sino también tener identificadas sus causas, algo necesario para poder evitar el estrés.
Causas del estrés en verano
Generalmente, el estrés estival está relacionado con una de estas tres situaciones: vacaciones escolares, jornada laboral reducida o planificación de viajes. En el primer caso, el estrés se produce porque los niños dejan de ir al colegio hasta septiembre, tienen mucho tiempo libre y generalmente necesitan mucha más atención por parte de los padres. Además, en muchos casos tienen el problema añadido de no tener con quién dejarlos si trabajan, lo que ocasiona problemas y desembolsos económicos adicionales a los habituales.
La jornada reducida también puede provocar problemas de estrés y ansiedad, porque en muchas ocasiones se cuenta con menos tiempo para realizar el mismo trabajo. Y las prisas y la presión, que incluso pueden partir de uno mismo, lleva a estar estresado.
Otra de las causas de estrés en verano es, como hemos comentado, la planificación de los viajes o las salidas a los lugares en los que se pasarán las vacaciones. Esta situación implica una salida de la rutina que sobre todo para los que se encargan de organizarlos es todo menos placentera. Querer contentar a todos los familiares o amigos con los que se va a viajar es complicado, y no siempre posible, lo que puede estresar al más sereno.
Cómo sacudirse el estrés veraniego
Una vez identificadas las causas del estrés, reducirlo o librarse de él resultará más sencillo. Para conseguirlo también hay que tener en cuenta unos sencillos consejos:
- Planificar cuidadosamente la jornada laboral, de forma que se traten de evitar las distracciones y las tareas innecesarias que hacen perder el tiempo y la concentración.
- Procurar que los niños realicen en algún momento del día actividades que les permitan entretenerse solos, lo que dará a los adultos momentos para estar tranquilos y concentrarse en otras labores.
- Ser consciente de que en la planificación de un viaje es prácticamente contentar a todo el mundo, y hablar con las personas que vayan de vacaciones con nosotros y no estén de acuerdo con alguno de los planes previstos para explicarles la situación.f
- Pedir más colaboración de los miembros de la familia, y también de los niños, para la realización de labores cotidianas, la preparación de las maletas para un viaje o la planificación del mismo.
- Dedicar algún momento, a diario, a realizar una o varias actividades que te resulten relajantes.
- Procurar descansar bien por las noches, cuidar la alimentación e hidratarse adecuadamente. Eso si: en caso de que por culpa del calor o las prisas no se pueda mantener una alimentación equilibrada, es importante completarla con un suplemento nutricional apropiado, como ReConnect.
- Procurar paliar el calor con ropas frescas y reducir la actividad en las horas centrales del día.