La ecología es una rama de la biología que estudia las relaciones entre los seres vivos entre sí y con su entorno, mientras que la psicoecología es un concepto desarrollado por Boris Cyrulnik, mundialmente conocido como el padre de la resiliencia, ya que ha dedicado toda su vida a estudiar y comprender cómo los seres humanos pueden recomponerse a partir de los desafíos y los traumas, sacando provecho de las experiencias negativas para ser más fuertes y completos.
Cyrulnik ha escrito una decena de libros sobre el tema de la resiliencia, y en su nuevo libro, “Psicoecología”, reflexiona sobre algunos temas muy interesantes en la actualidad: la transformación de la relación hombre-mujer, la superación de los traumas y la educación infantil.
En los tiempos que vivimos, nos enfrentamos continuamente a conflictos y desafíos que nos dificultan vivir en el momento y nos generan preocupaciones constantemente. No hay más que observar el panorama mundial para darnos cuenta de que estamos rodeados de incertidumbre y es nuestro deber aprender a gestionar las emociones que el entorno puede generar en nosotros, en primer lugar comprendiendo cómo nos afecta la información que consumimos, para aprender a tomar mejores decisiones y ser capaces de ocuparnos de las cosas que merecen nuestra atención inmediata. Por nuestro bien y por el bien de las personas que nos rodean.
¿Qué es la psicoecología?
La psicoecología se basa en el concepto de la ecología para aplicarlo a la comprensión de cómo afecta nuestro entorno en la construcción de nuestro cerebro y de nuestro ser, en todas sus dimensiones. Según Cyrulnik, en el desarrollo del ser humano existen tres nichos sensoriales:
- Cuando estamos en el interior de nuestra madre
Hace tiempo que sabemos que el desarrollo de un bebé comienza en el momento de la concepción y todo lo que experimenta la madre, y su entorno, tiene una influencia en el desarrollo.
Cuando la madre se siente segura y está tranquila, el bebé tiene todo lo que necesita. Pero si la madre se siente insegura y experimenta inestabilidad, las hormonas que genera debido al estrés, como por ejemplo el cortisol, también afectan al feto, produciendo un efecto negativo.
- Cuando estamos en los brazos de nuestra madre
En este segundo nicho tienen mucha importancia tanto la madre, como todo el entorno directo. Ya que si hablamos mucho cerca del bebé y lo estimulamos, sin causar estrés, desarrollará circuitos cerebrales y a la vez el lenguaje. Entenderá el aprendizaje como un juego y diversión.
Sin embargo, cuando estos estímulos son pobres, nos daremos cuenta de que en el futuro el bebé tendrá más dificultades de aprendizaje y puede frustrarse con más facilidad.
- Cuando nos rodeamos de la cultura y el entorno
Para continuar desarrollándose, el ser humano necesita estar rodeado de otras personas. Es necesario compartir conversaciones, experiencias y empaparnos de la cultura.
Es nuestra responsabilidad como padres ayudar a los más pequeños a crecer en la dirección correcta, ya que estas primeras etapas son muy importantes y determinan la construcción de una persona.
¿Cómo podemos educar mejor a nuestros hijos?
Es preocupante el hecho de que la sociedad se está volviendo cada vez más individualista, y en el caso de los niños lo podemos observar, por ejemplo, cuando sus aficiones han pasado de ser jugar a fútbol en la calle con sus amigos, a conectarse al ordenador o a la consola.
Es interesante comprender que desde el momento de la concepción todo lo que rodea a la madre ya empieza a tener una influencia en el desarrollo del bebé, de manera que podemos esforzarnos más para que el bebé tenga un entorno agradable y positivo, ser un buen ejemplo y sobre todo, intentar no cargar a los pequeños con los problemas y las preocupaciones del mundo adulto.