Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, por supuesto. Todos soñamos con que nuestros hijos lleguen a ser la mejor versión de si mismos, que sean buenas personas, que sean buenos estudiantes, trabajadores, que lleguen lejos y que alcancen todos los objetivos que se propongan.
Pero por encima de todo, lo que deseamos con todo nuestro corazón es que sean FELICES y DISFRUTEN, porque nosotros, los niños grandes, conocemos la agridulce realidad que es el paso del tiempo.
El tiempo vuela y como dijo un sabio jugador de hockey sobre hielo, fallamos el 100% de los tiros que no intentamos. Y lo último que queremos es que nuestros hijos vivan limitados. Queremos que sean libres, independientes, e insisto, FELICES.
¿Qué relación tiene todo esto con la creatividad?
Ahora te lo cuento pero vamos a parar un segundo y reflexionemos sobre qué es la creatividad para nosotros.
¿Qué es para ti la creatividad? Piénsalo por un minuto…
El desarrollo de la creatividad cambia la vida de nuestros hijos
Seguro que has acertado la pregunta anterior. La creatividad está relacionada con el arte, con dibujar, con tocar instrumentos… pero cultivar esta dimensión va muchísimo más allá de lo que te estás imaginando.
Si apoyamos el desarrollo creativo de nuestros hijos, estamos ayudándoles a comprender el mundo y las posibilidades que el mundo nos ofrece SIN LÍMITES.
Serán personas seguras de si mismas, sin ansiedad, más resolutivas y resilientes.
Serán capaces de plantar cara a los retos con soltura, con inteligencia y con determinación. Porque les estamos ayudado a que aprendan que son capaces de encontrar una solución (o cientos de ellas) para cualquier problema o situación.
La clave es relajarse, detener la estampida de nuestros pensamientos y dejar que la creatividad fluya. Porque es en este estado cuando surge lo que llevamos dentro.
5 maneras sencillas de impulsar la creatividad y dejar que fluyan las ideas
1- Presta mucha atención
Para empezar, necesitamos conocer bien a nuestros hijos y saber qué es lo que les mueve, qué les motiva y qué les apasiona. Para eso necesitamos pasar el mayor tiempo posible con ellos. Apóyalos aunque sus gustos no te parezcan a ti, personalmente, los adecuados o incluso si te parecen una pérdida de tiempo. Estamos hablando de sus pasiones. Las suyas, no las nuestras.
2- Feedback y comentarios, pero con calma y sentido
Cada persona es un mundo y no podemos pretender que todo el mundo encaje en el mismo molde. Así que, mientras observas cómo actúan y se comportan cuando hacen lo que les gusta, comparte con tus hijos tus opiniones e ideas, siempre en positivo, para que siga entusiasmado y mejorando. Si no estamos seguros de que nuestros comentarios van a ser motivadores y estimulantes, mejor que sigamos observando hasta que encontremos la forma de aumentar ese interés.
3- Déjales que decidan ellos sus objetivos y que sean dueños de la decisión
Realmente no importa de qué se trate. Puede ser fútbol o puede ser aprender sobre dinosaurios. Pero sea lo que sea que tus hijos decidan, apóyales y ayúdales a dar el siguiente paso.
¿Está obsesionado con los dinosaurios? Pues muy fácil, los siguientes pasos son ir juntos a una librería para encontrar libros que le interesen, llevarlo a museos para que siga aprendiendo… Puede ser cualquier tema o cualquier actividad, pero no olvides que tienen que ser tus hijos los que decidan qué quieren y cuál es el siguiente paso.
Tú estas en todo momento guiando, acompañando y aprendiendo del arte de maravillarse, que solamente nos pueden enseñar y recordar los niños, que son en el fondo, los verdaderos maestros.
¿Se te ocurren más ideas?, ¿Cómo lo haces tú con tus hijos?
Ayúdanos a compartir y seguir creciendo juntos con tus comentarios.