En España, según la “aecc” (Asociación Española Contra el Cáncer) hay más de 32.000 muertes evitables a causa de la enfermedad del cáncer…… Los principales motivos de estas muertes son potenciadas por un estilo de vida insalubre, falta de seguir con una vida sana, donde la alimentación no es equilibrada y donde el sedentarismo juega un papel principal.
Multitud de estudios apuntan a que las personas que padecen la enfermedad del cáncer tienen grandes deficiencias nutricionales, aunque también hay otros factores que potencian la aparición del mismo, como son los ambientales, el estilo de vida, la alimentación y la genética
Alimentación saludable para una vida sana
Hay ciertos alimentos de los que las células cancerosas se alimentan y ayudan a su crecimiento y desarrollo, como por ejemplo, las grasas saturadas, los alimentos de origen animal, la ingesta excesiva de azúcar, el consumo de leche, el alcohol, comidas precocinadas por el alto contenido en grasas saturadas y sal, el consumo de tabaco…etc., los cuales facilitan que el organismo se vuelva ácido creando un ambiente adecuado para estas células.
Como recomendación nutricional, a la hora de prevenir el cáncer, es necesario que la ingesta de vegetales, cereales y fruta sean los alimentos más ingeridos junto con algunos frutos secos, como las nueces. Estas pautas ayudan a posicionar al organismo en un ambiente alcalino, menos favorable para las células tumorales o cancerosas. Es aconsejable la ingesta de alimentos de fácil metabolización y eliminación de forma que se evite la perseverancia de residuos tóxicos en nuestro organismo. La proteína es esencial para el funcionamiento de nuestro organismo por las múltiples funciones que realiza, como por ejemplo, participa en la generación de anticuerpos, colabora en el mantenimiento del ph, participa en la transducción de señales entre células, actúa en la cascada de la coagulación en forma de trombina y fibrinógeno, etc. A pesar de lo importante que es la proteína, podemos elegir el alimento que nos la aporte, como por ejemplo, ingerir la proteína de los vegetales y legumbres evitando la ingesta de la de origen animal como carne de reses, cerdo o pollo ya que además de producir mayor acidez aporta antibióticos, hormonas, grasas saturadas y parásitos.
La importancia de la proteína es debida a que las paredes de las células cancerosas están formadas por un armazón de proteínas, por lo que para que el organismo pueda atacar a estas paredes deben de estar menos fortalecidas. Para ello la ingesta de proteína debe de ser menor para que la liberación enzimática del organismo sea efectiva y ataque a éstas células.
Las bebidas que fomentan la aparición del cáncer son el café, el chocolate, las bebidas azucaradas y alcohólicas. Por el contrario, los líquidos recomendados para evitar la enfermedad son principalmente el agua purificada (evita el contenido de metales) y zumo de fruta natural. Una bebida que también se recomienda con moderación es el consumo de té verde, ya que gracias a sus propiedades tan beneficiosas ayuda a mantener nuestro sistema inmune en óptimas condiciones.
El ejercicio para una vida sana
Para finalizar con las recomendaciones para llevar un estilo de vida sana, es obligatorio y necesario mencionar que la práctica de deporte o la realización de ejercicio de forma diaria es fundamental. Es necesario que se realice como mínimo 30 minutos al día de forma que se oxigene el organismo mejorando el equilibrio corporal y el aporte a las células, produciendo de forma colateral que éste llegue a las células cancerosas (las cuales no prosperan en ambientes oxigenados) eliminándolas y, evitando así, la aparición del cáncer.
