El sistema óseo, muscular y las articulaciones son fundamentales para la ejecución de actividades diarias, mantener huesos y músculos depende de ciertos factores: genética, buena alimentación, cuidado de golpes, actividad física-deportiva, inclusive la edad repercute en el deterioro óseo y la disminución de la masa muscular. ¿Qué podemos hacer para aminorar los síntomas de este deterioro? ¿Cuáles son los tres pasos que no puedes dejar de dar en la tercera edad?
1er Paso: Huesos fuertes y sanos
El cuerpo humano está conformado por una variedad de huesos que nos acompañan durante toda la vida y que van cambiando de acuerdo a las distintas etapas de nuestro crecimiento, por esta razón debemos darle el cuidado y mantenimiento necesario. Una buena alimentación es importantísima, consumir calcio, sobretodo el que viene de los frutos secos es indiscutiblemente necesario para mantener los huesos en buen estado, sobre todo si se está llegando a la tercera edad o si eres mujer.
2do paso: Articulaciones. No dejes que la rotación se haga sentir
Cuando se llega a la tercera edad, parecemos termostatos porque notamos los cambios de temperatura antes de que lleguen, las primeras en sentirlas son las articulaciones. Recuerda que las articulaciones permiten la rotación o el movimiento entre los huesos y músculos, pero en estado ideal no duelen. Cómo el paso del tiempo es innegable debemos que evitar el sedentarismo para evitar que las articulaciones se vuelvan rígidas.
3er paso: Evita el descenso de actividad física
Una de las características de la tercera edad es el descenso de la masa muscular y con ella el descenso de energía. Para que esto no nos afecte negativamente debemos permanecer activos con caminatas diarias.
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