Desde Vitae, queremos echarte una mano con el inicio de año, la cuesta de enero y febrero. Como artesanos de la salud, nuestro propósito este año es seguir ofreciendo soluciones a los problemas cotidianos de consulta diaria tanto para médicos como para los farmacéuticos.
Tras la vuelta a la rutina, y la dureza de la climatología, la salud mental se resiente, y en las consultas se habla de manera generalizada de fatiga mental y física. Por ello en este artículo vamos a tratar de dar respuesta a uno de los problemas presentes en la sociedad: El Síndrome de burnout.
¿Qué es el síndrome de burnout y cuáles son los síntomas?
El síndrome de burnout es un estado en el que aparece el agotamiento físico, emocional y mental, relacionado con el ámbito laboral, el estrés que puede causar el trabajo y el estilo de cada uno de los trabajadores. De hecho, la OMS ha incorporado este término en la última actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades como un problema relacionado con el trabajo.
Primero de todo, sería importante saber diferenciar estrés y burnout, ya que pueden parecer lo mismo, pero no es así. Según dice Iván Fernández Suárez, profesor del +Máster en Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR): “el estrés no siempre es negativo; en muchas ocasiones nos permite ser más efectivos, reaccionar mejor, rendir más… En cambio, el síndrome de estar quemado, burnout, que es un desajuste continuado entre las demandas y capacidades físicas y mentales del organismo, siempre es negativo.”
Algunos de los síntomas que uno puede padecer al sufrir burnout son:
- Sensación de agotamiento, fracaso e impotencia
- Baja autoestima
- Poca realización personal
- Estado permanente de nerviosismo
- Dificultad para concentrarse
- Comportamientos agresivos
- Dolor de cabeza
- Insomnio
- Bajo rendimiento
- Absentismo laboral
- Impaciencia e irritabilidad
- Comunicación deficiente
¿Cuáles son las causas del síndrome de burnout?
En cuanto a las causas de por qué alguien sufre el síndrome de burnout, según Toni Corominas, vocal de la Junta Directiva del Clúster de Salud Mental de Cataluña y director de la Cátedra de Salud Mental de la Universidad de Vic, destaca tres puntos: “Por un lado, hay un cansancio emocional y físico, como una sensación de carga y agotamiento ante las exigencias de la tarea; también hay una despersonalización, de manera que los trabajos se hacen de forma fría e impersonal porque esa persona no se siente a gusto con su rol; y, en tercer lugar, existe una falta de realización personal en el trabajo”.
Por lo tanto, ¿de qué manera se podría prevenir esta situación? Primero de todo, realizar cambios significativos en tu estilo de vida. Llevar a cabo nuevas actividades que se vuelvan parte de tu día a día, por ejemplo:
- Modifica tus expectativas, buscando un punto intermedio en tus ambiciones y aspiraciones que se ajusten a la realidad.
- Si reconoces que existe un problema pide ayuda y entabla una conversación de manera asertiva con tus superiores o compañeros para poder analizar qué ocurre.
- Una vez terminada tu jornada laboral desconecta de todo lo relacionado con el trabajo.
- Invierte tiempo en ti, en tu salud física y mental. Por ejemplo, practica algún deporte, almenos dos veces a la semana.
- No malgastes el dinero, gestiónalo de manera inteligente y no tendrás preocupación a final de mes.
- A la hora de almorzar, no lo hagas en tu puesto de trabajo, busca un lugar distinto para hacerlo, eso hará que te despejes mejor.
- Realiza pausas activas, realizando ejercicios que te permitan sentirme mejor.
- Piensa si realmente estás en el trabajo adecuado, los síntomas que puedas tener tal vez sean por eso.
Además, el consumo de productos con ingredientes como la sinergia de la coenzima NADH y Q10 que da lugar a la producción de energía celular o ATP (Ciclo de Krebs), puede mejorar los síntomas de fatiga a nivel físico, cognitivo y psicosocial. La serina (aminoácido clave en la comunicación entre las células nerviosas) y la vitamina C contribuyen a la disminución de la fatiga física y también ayudan a equilibrar el estado de ánimo, por un aumento de la producción de Energía a nivel mitocondrial. La sinergia de estos nutrientes hace que la obtención de energía a nivel celular sea inmediata.
