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En el marco de la serie ‘Vitae Tanks’, la nutricionista y divulgadora Neus Elcacho nos plantea algunas de las claves para conseguir o mantener un sistema inmune en buen estado, clave para disfrutar de un óptimo estado de salud en términos globales.
El Sistema inmune: barrera de protección frente a patologías
Nuestro sistema inmunitario es imprescindible para combatir patógenos y para prevenir muchísimas patologías.
Es importante que, cuando empezamos a percibir síntomas algún posible problema de salud como por ejemplo alergias respiratorias o en la piel, infecciones recurrentes –resfriados, infecciones de orina, candidiasis, etc-, o cuando empezamos a desarrollar patologías autoinmunes, pararnos y empezar a reforzar nuestro sistema inmunitario en profundidad.
La buena alimentación, absolutamente imprescindible para conseguir unas defensas en buen estado
La alimentación es un factor imprescindible para ayudar a nuestro sistema inmunitario a trabajar de forma eficiente.
Existen varios nutrientes que pueden ayudarlos a equilibrar nuestro sistema inmune. Por ejemplo el zinc, que podemos encontrar en alimentos como las pipas de calabaza. La vitamina C, que podemos encontrar en los cítricos. El selenio, que encontramos en las nueces del Brasil y en el marisco. O el Omega 3, que está en el pescado azul pequeño.
Los complementos alimenticios nos pueden ayudar
A menudo hay diferentes factores vinculados a nuestro estilo de vida que nos resulta difícil controlar. Estoy hablando del estrés, una alimentación desequilibrada, la falta de descanso o el descanso de mala calidad, la contaminación, la falta de ejercicio físico, etc.
Cuando estos factores se hacen recurrentes, es recomendable tomar complementos alimenticios naturales ayudar a que nuestro sistema inmune funcione correctamente y esté equilibrado. Y es especialmente relevante cuando empezamos a notar que el sistema inmunitario no está bien.
Los dos nutrientes imprescindibles en el ámbito de la suplementación para las defensas
Hay dos nutrientes absolutamente imprescindibles a la hora de cuidar nuestro sistema inmune.
El primero son los betaglucanos, que encontramos en algunas levaduras y que nos ayudan a modular esta respuesta del sistema inmunitario contribuyendo a alimentar nuestras bacterias protectoras de patógenos.
Por otro lado, está la maravillosa Vitamina D que obtenemos a través del sol pero que muchas veces no absorbemos bien o no la generamos de forma suficiente por culpa precisamente de no tomar suficientemente el sol. Esto nos impide llegar a alcanzar unos niveles mínimos de Vitamina D imprescindibles para que el sistema inmunitario desarrolle sus funciones.
En ambos casos, es importante optar por complementos alimenticios a base de betaglucanos de levadura y también suplementarse con Vitamina D.
