En la actualidad, oímos hablar mucho de la microbiota intestinal, fundamental para que nuestro organismo funcione correctamente. La población microbiana que existe en el intestino humano consta de unos 100 billones de bacterias de unas 500 a 1.000 especies distintas. Y es que, la presencia de ciertas bacterias como parte de la flora intestinal es necesaria para una correcta nutrición y desarrollo corporal, así como para tener un buen sistema inmune. En el siguiente artículo te contamos qué es la microbiota, qué funciones tiene y cómo podemos mejorarla.
¿Qué es la microbiota intestinal y para qué sirve?
La microbiota es el conjunto de microorganismos vivos que se encuentran en los tejidos del cuerpo humano. En concreto, la microbiota intestinal, son aquellos microorganismos que habitan en nuestros intestinos.
A día de hoy, sabemos que la microbiota intestinal es la encargada de cooperar con nuestro mecanismo de defensa a las enfermedades, de digerir componentes de la dieta e incluso del desarrollo neurológico. Existe una relación de simbiosis entre las bacterias y nuestro organismo, es decir, ambos nos beneficiamos de la interacción, el cuerpo humano le ofrece a la microbiota un lugar donde vivir, y ella nos lo devuelve realizando las siguientes funciones en nuestro organismo:
- Función protectora y estructural: esta función es la manera que tiene de defenderse la microbiota intestinal, haciendo una “barrera” y bloqueando a aquellas bacterias extrañas que se quieren implantar en nuestro organismo.
- Función metabólica: las bacterias son capaces de transformar hidratos de carbono que no podemos digerir en ácidos grasos de cadena corta que si son aprovechables para el organismo.
- Función desarrollo del sistema inmune: hay bacterias que consiguen influir al sistema inmunitario. Esto se llamada inmunomodulación. A través de la inmunomodulación, la microbiota intestinal puede regular la actividad del sistema inmunitario, por ejemplo, poniéndolo en alerta ante la llegada de agentes infecciosos.
Y es que, el 70% de los componentes que forman parte del sistema inmune se encuentra en el intestino, manteniendo una estrecha relación con la microbiota intestinal. Por lo tanto, cualquier alteración que sufra la microbiota se verá reflejada en el funcionamiento del sistema inmunitario.
Microbiota y enfermedades inflamatorias intestinales
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica de causa desconocida en la que se produce inflamación del colon y/o intestino delgado y suele presentarse en brotes. Dicha enfermedad, engloba dos: Colitis ulcerosa y Enfermedad de Crohn, que suelen afectar a jóvenes entre 20 y 30 años, aunque también se diagnostica en personas con edad avanzada.
- Colitis ulcerosa: afecta de manera exclusiva a la capa más superficial el colon. Dependiendo del paciente la gravedad y la extensión serán una u otra. Los principales síntomas de la colitis ulcerosa son: diarrea, deposiciones con moco y/o sangre, deposiciones de escasa cantidad y numerosas, ganas frecuentes de evacuar con urgencia, deposiciones nocturnas, retortijones.
- Enfermedad de Crohn: a diferencia de la colitis ulcerosa, puede afectar a cualquier tramo del tubo digestivo y la inflamación afecta a todo el grosor de la pared intestinal. Los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, diarrea, masa abdominal palpable en la exploración física, náuseas y/o vómitos, pérdida de peso, y en el peor de los casos fiebre.
Síntomas de una microbiota intestinal alterada
Los principales síntomas que aparecen debido a un desequilibrio de la microbiota intestinal pueden ser:
- Hinchazón o dolor abdominal
- Excesos de gases de diversos tipos
- Períodos de estreñimiento alternados con diarrea
- Cólicos intestinales
- Heces con mal olor
Todo ello puede ser debido a distintos hábitos que alteran nuestra salud digestiva. Algunos de los motivos son los siguientes:
- Estrés: tener un nivel alto de cortisol, genera grandes alteraciones en el intestino grueso, que llega a dañar la flora intestinal incluso causando inflamación
- Ritmos circadianos: cualquier suceso que haga que tengas cambios de horarios, será un desajuste para tu microbiota intestinal y conseguirá que pierda microorganismos y se desarrollen otros que puedan llegar a causar procesos inflamatorios digestivos
- Antibióticos: destruyen los microorganismos buenos y malos
- Fumar y beber: son factores que influyen en la variedad de microorganismos que se encuentran en nuestro intestino grueso y que pueden generar patógenos y dar lugar a alteraciones en el tránsito gastrointestinal, inflamación o incluso dolor.
- Grasas saturadas: evitar el exceso de este tipo de grasas, que podemos encontrar en las carnes rojas (cordero, ternera, buey…), embutidos, mantequillas, etc.
Evaluación vía test de microbiota intestinal
El test de microbiota intestinal analiza el ADN microbiano de diferentes muestras humanas, normalmente se realizan análisis de microbiota fecal. Con todo esto, se consigue averiguar la abundancia e identificar taxonómicamente un número importante de microorganismos. Además también sirve para saber el tipo de disbiosis que puede llegar a tener el paciente.
Cómo mejorar la microbiota intestinal de forma natural
Muchos de los síntomas que hemos visto que provoca la alteración de la microbiota intestinal, se pueden mejorar a partir de ciertos cambios en hábitos y siguiendo una vida más saludable, por ejemplo:
- Alimentación saludable: consumo elevado de frutas, verduras, legumbres y semillas. Las frutas y verduras contienen alto contenido en fibra y es mejor consumirla entera que en zumo.
- Ejercicio físico: el ejercicio aumenta la diversidad de la microbiota y por lo tanto mejora el funcionamiento del metabolismo y las respuestas inmunitarias.
- Evitar tabaco y alcohol: ambos casos pueden llegar a provocar inflamación en el sistema digestivo, aumentar la permeabilidad intestinal y alterar la composición de la microbiota.
- Tomar probióticos: los probióticos son microorganismos vivos que están destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” que tenemos en el organismo. Por lo tanto, ayudarán a equilibrar la microbiota intestinal, para así poder fortalecer el sistema inmunitario y prevenir enfermedades. Puedes tomarlos de manera natural o mediante complementos alimenticios.
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Complementos alimenticios para la microbiota intestinal
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En conclusión, para poder tener una buena microbiota intestinal, se tendrán que llevar unos buenos hábitos alimentarios, comiendo gran variedad de alimentos, sin excedernos de las grasas saturadas. Realizar ejercicio de manera periódica, hidratarse mucho, evitar productos nocivos para nuestro organismo y complementar con la toma de probióticos, ya sea de manera natural o en suplementación.