Manual de supervivencia para cuidar la piel del frío

Llevábamos semanas demasiado bien acostumbrados, pero de repente ¡ha llegado el frío! A partir de hoy las temperaturas comenzaran a bajar y el clima será el propio de la época en la que nos encontramos. Para poder sobrevivir adecuadamente, tendremos que cambiar algunas de nuestras rutinas de belleza y adaptarlas a la nueva situación, para poder cuidar la piel del frío.

Para lucir nuestra mejor cara es importante que nos cuidemos por dentro y por fuera. Durante el invierno los días son más cortos, hay menos luz y todo el ambiente incita a disfrutar del confort del sofá, la manta y un chocolate caliente. Todo esto resulta muy inspirador, pero esta época del año tiene algunos inconvenientes, y uno de ellos tiene que ver con nuestra dermis. Es habitual que aparezca o se acentúe la sequedad de piel y mucosas, tirantez, rojeces, cutis apagado etc.  Todo esto es debido al cambio brusco de temperaturas, la falta de humedad, calefacciones, reducción del consumo de agua debido a que no tenemos tanta sed…

Tips para cuidar la sequedad de piel y mucosas

A menudo lo más sencillo suele ser lo más importante y en cuestión de piel y mucosas esto tiene que ver con la hidratación y la protección.

• Importante no poner la calefacción muy alta (a unos 22º aproximadamente) ya que cuanto más alta sea más estaremos favoreciendo la evaporación del agua y como consecuencia produciendo sequedad y tirantez en la piel.
• Aunque no tengamos sensación de sed es importante que bebamos mucha agua y tomemos alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, que nos ayuden a luchar contra las agresiones externas.
• Protege tu cara y cuerpo con una buena crema hidratante y, a poder ser, con una que contenga factor de protección solar. Esta es una de las máximas de los cuidados de belleza japoneses, utilizar cremas que te protejan durante todo el año. Aquí radica el secreto de su tez impoluta y perfecta.
• Por último, para personas con sequedad extrema en alguna parte del cuerpo (ojos, boca, vagina) o en la piel en general, es recomendable recurrir al uso de complementos alimenticios que ayuden a tratar el problema desde el interior, nutriendo en profundidad las mucosas y dermis de todo el organismo.