La alimentación ha cambiado en las últimas décadas y la calidad de los alimentos, por norma general, han disminuido debido al desgaste tanto de las tierras de cultivo como del estado del mar, afectando a la calidad del pescado. Por eso, cada vez más, los profesionales sanitarios tienen en cuenta la suplementación alimenticia para alcanzar las dosis recomendadas de ciertos componentes. Entre ellos, los ácidos grasos esenciales (Omega-3 y Omega-6), especialmente en el caso de los niños en edades de crecimiento, ya que dichos componentes son imprescindibles para un buen desarrollo y beneficiar la capacidad de aprendizaje.
Estamos muy agradecidos con la Dra. Maria Asunción Peiré por ofrecernos esta entrevista, ya que nos interesaba mucho conocer su opinión acerca de nuestros omegas.
La Dra. Peiré es médico, farmacéutica y abogada especializado en Farmacología Pediátrica. Es experta en formulaciones pediátricas, farmacocinética en pediatría, ética en investigación clínica con menores, consentimiento informado en niños, asuntos regulatorios, patentes, ética en pediatría, perito judicial… y actualmente ejerce como consultora independiente en Farmacología Pediátrica (asesoramiento técnico y legal), médico en Atención Primaria en Barcelona, profesor en master classes en instituciones públicas y privadas, ponente en congresos nacionales e internacionales (Farmacología, Medicina, Derecho), y revisora de publicaciones médicas.
Recientemente, ha publicado el libro Farmacología Pediátrica, en Ediciones Journal, que cuenta con el aval de la Real Academia Nacional de Medicina de España.
Por supuesto, recomendamos su lectura a todo aquel interesado y especialmente a profesionales de la salud.
¿En qué casos recomiendas Equazen?
En niños y adolescentes cuando existen trastornos de aprendizaje, déficit de atención, dispersión o alteraciones del comportamiento. En el caso de adultos, para mejorar las funciones cognitivas y también como antioxidante para prevenir la inflamación de bajo grado.
¿Qué resultados has observado en tus pacientes utilizando Equazen?
En el caso de los niños, mejor atención, mayor rendimiento académico, menor impulsividad, así como mayor equilibrio emocional. En los adultos observo una mejor gestión del estrés psíquico, mejoría de la memoria a corto plazo, menor probabilidad de contraer infecciones víricas, y en algunos pacientes, me relatan que ¡la calidad de su cabello y piel mejora espectacularmente!
¿Mostraron tus pacientes algún problema en cuanto a la conformidad del tratamiento?
La mayoría de ellos no. Procuro adaptar la mejor forma farmacéutica a la edad o preferencias del paciente. En el caso de personas muy mayores o niños, que les resulta difícil deglutir cápsulas, el disponer de una formulación galénica en forma de jarabe simplifica extraordinariamente la adhesión al tratamiento. En concreto, para aquellos niños que a pesar del buen sabor, les molesta el aroma de los omega, les propongo lo siguiente: tomar una rebanada de pan (si es posible sin gluten), untarlo con tomate y en vez de añadir aceite, verter directamente la versión liquid de Equazen sobre el pan. El sabor no difiere mucho del empleo de un aceite de oliva convencional y la adherencia al tratamiento mejora enormemente. Lo mismo recomiendo para pacientes adultos que odian tener que deglutir cápsulas con sabor a pescado.
¿Podrías hablar de algún caso de éxito en particular utilizando Equazen?
Recuerdo el caso de una chica adolescente de 14 años con un retraso en su rendimiento académico. A los pocos meses de estar suplementada con Equazen sus calificaciones académicas mejoraron de forma significativa, pudiendo concluir el curso sin ninguna dificultad.
¿Por qué recomendarías el producto a otros doctores?
La dosis de omega es racional como una terapia de mantenimiento o de soporte para prevenir futuras alteraciones. Actúa muy bien en el corto, medio y largo plazo sin problemas de sobredosificación. El precio es razonable. El disponer de varios tipos de formas galénicas permite elegir entre distintas opciones que se adaptan muy bien hasta para los pacientes más exigentes. El agradable sabor mejora el cumplimiento terapéutico. La calidad sin duda tiene mucho que ver con los buenos resultados que vengo observando en mis pacientes.