El ácido hialurónico cuenta con la capacidad de retener agua, hecho que lo convierte en un aliado importante para mantener la hidratación de la piel y las articulaciones. Su uso como complemento alimenticio ayuda a mejorar la movilidad y flexibilidad, mejorando la salud articular, especialmente en personas que sufren lesiones o desgaste como la artrosis. Además, al mantener la piel hidratada desde el interior del organismo, el ácido hialurónico contribuye a mejorar su elasticidad y firmeza, reduciendo la aparición de arrugas y favoreciendo una apariencia más joven y saludable.

Diversos estudios han demostrado que la ingesta de ácido hialurónico puede ayudar a fortalecer los tejidos conectivos y mejorar la recuperación de las articulaciones después del ejercicio intenso, lo que lo convierte en un suplemento valioso tanto para personas mayores como para atletas. A diferencia de su uso tópico en cosmética, el ácido hialurónico ingerido ofrece beneficios profundos y sostenidos, mejorando la hidratación y elasticidad de los tejidos desde el interior.