La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, aunque no nos lo parezca, uno de los más importantes. Por este motivo, cuidarla es imprescindible para la salud. Si notas que tu piel no está nutrida presta atención porque te vamos a mostrar cómo combatir la falta de nutrición de la piel.
Cómo funciona la piel
La piel del cuerpo está compuesta por diferentes capas que conforman la epidermis y la dermis. Estas capas son las encargadas de prevenir la pérdida de agua por evaporación. Vamos a ver más concretamente cómo funciona este elemento para aprender a evitar la falta de nutrición de la piel.
- Barrera protectora: la piel protege todo nuestro cuerpo de los agentes externos. La melanina nos protege de los rayos solares, y las diferentes capas de la piel no permiten que las bacterias nos invadan.
- Regula la temperatura: como decíamos la piel retiene la agua en el cuerpo y además, gracias a las glándulas sudoríparas ayuda a bajar la temperatura corporal.
- Refuerza el sistema inmunitario: algunas células de la piel directamente con el sistema inmunitario para evitar que el cuerpo se contamine con virus u otras bacterias.
- Favorece el crecimiento: tener una piel elástica y sana hace que el cuerpo crezca más saludablemente, de forma que los movimientos son mucho más ágiles.
- Función limpiadora: mediante la piel eliminamos ciertos residuos que el cuerpo no necesita, por ejemplo, la urea, el amoniaco y el ácido úrico.
- Función endocrina: mediante la síntesis de la vitamina D procedente del sol la piel se enriquece y nutre siempre y cuando no se abuse de la exposición a los rayos solares.
Falta de nutrición de la piel: formas de nutrirla
Si tu piel está seca, irritada, tirante y con un aspecto apagado lo más posible es que le falte una nutrición adecuada. Para una piel sana y nutrida es importante seguir unas pautas tanto internas como externas. Las vitaminas que nutren las mucosas son las pertenecientes al grupo B. Los alimentos que contienen este tipo de vitaminas son:
- La carne de cerdo, el marisco, los huevos, las ostras y el atún.
- Los frutos secos, las judías, la coliflor, la naranja, las patatas y el ajo.
- Los lácteos y los cereales integrales.
- El trigo integral, la jalea real y el maíz.
- La soja, el arroz y la salvia.
Para nutrir la piel desde el exterior lo más recomendable es que antes de que escojas un producto tengas en cuenta tu tipo de piel. Si es seca, mixta o grasa. Una vez que compres tu crema has de saber que el mejor momento para aplicarla es por la noche y con la piel limpia.
No confundas los productos hidratantes con los productos nutritivos para la piel. Los primeros aportan agua y los segundos contienen lípidos necesarios para nutrir la epidermis.
Las cremas nutritivas actúan como una especie de reserva energética para la piel. Estos compuestos regeneran la piel dañada, así como previenen el envejecimiento prematuro de la piel gracias a su efecto de regeneración celular.