Aunque el estrés y la ansiedad no son lo mismo, están íntimamente relacionados.
A grandes rasgos podríamos diferenciarlos de la siguiente manera:
A grandes rasgos podríamos decir que el estrés tiene que ver con una excesiva carga de trabajo.
Se trata de un hecho presente y real. Cada persona lo vive distinto, para lo que uno es una carga de trabajo excesiva, para otro no supone ningún contratiempo.
La ansiedad tiene que ver con la anticipación a algo negativo que aún no ha ocurrido (y que seguramente nunca ocurrirá).
Es un exceso de preocupación. Puede venir generada por un estrés sostenido en el tiempo que empieza a generar pensamientos negativos o preocupaciones sobre un tema en concreto.
Si el estrés se mantiene en el tiempo, al punto de agotarnos, o la ansiedad se retroalimenta y nos supera afectando a alguna área de nuestra vida, podemos hablar de un trastorno por estrés o ansiedad.
El estrés y la ansiedad se pueden manifestar con una infinidad de síntomas, te enumeramos algunos de los más habituales a continuación:
El estrés y la ansiedad son multifactoriales y, por lo tanto, se tienen que abordar desde distintos puntos de acción. El objetivo nunca será eliminar por completo todos los síntomas, sino gestionarlos.
Desde Vitae queremos acompañarte en la gestión del estrés y la ansiedad, ofreciéndote distintas herramientas que te ayuden a recuperar el control y a volver a sentirte tu mismo.
El estrés tiene que ver con una excesiva carga de trabajo, siendo la reacción a un desafío o demanda (factor estresante). Por lo tanto, se trata de un hecho que viene generado por una situación real y presente. Como cada persona es distinta, lo que para uno es una carga de trabajo normal, para otro representa una situación de estrés. Todo depende de las herramientas de las que disponga cada persona.
La ansiedad viene generada por un estrés sostenido en el tiempo que empieza a generar pensamientos negativos o preocupaciones sobre un tema en concreto. En estos casos se convierte en un estrés que continúa después de que haya desaparecido el factor estresante.
Se estima que el 20% de la población europea no toma la suficiente cantidad diaria de magnesio (unos 250 miligramos al día). Según el investigador médico Alberto Marfil: “Ante una situación de estrés, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina. Esta genera una entrada de calcio en la célula y, al mismo tiempo, una salida de magnesio. A su vez, este déficit de magnesio aumenta la sensibilidad al estrés”. He aquí un círculo vicioso que es difícil de romper.
La melatonina habla con el cerebro y le indica cuál es la hora para iniciar el proceso del sueño. El magnesio, por su parte, ayuda a encontrar un estado de calma durante las horas del día, a mantener un sueño tranquilo durante toda la noche y a mejorar la producción de melatonina.
Por ello, si lleváis un ritmo de vida frenético o estáis tratando de dormir mejor con suplementos de melatonina, debéis aseguraros de tener unos buenos niveles de magnesio, ya que trabajan juntos para ayudar a descansar bien.
De acuerdo con lo mencionado, la suplementación con magnesio puede prevenir y mejorar el insomnio y se puede utilizar como tratamiento integrativo en combinación con la melatonina
A la hora de regular el nivel de ansiedad, la serotonina es el neurotransmisor que influye en la inhibición y control de la ira, de los cambios de humor, etc. El GABA es el responsable de relajar la mente y el cuerpo y se considera como un calmante cerebral natural. La noradrenalina regula los patrones del sueño y, si tenemos bajo el nivel de este neurotransmisor, podemos encontrarnos con falta de motivación o la insatisfacción sexual, entre otros. La dopamina es otro neurotransmisor que colabora en funciones relacionadas con el sueño, movimientos, la memoria, el comportamiento… tiene una cierta incidencia en los estados de ansiedad. Y, por supuesto, las endorfinas que son conocidas como las hormonas de la felicidad que además de tener la función de inhibir la transmisión del dolor a nuestro cerebro, reducen los niveles de ansiedad y elevan esa sensación de bienestar que tenemos en ocasiones.
El GABA es el ácido gamma aminobutírico, proviene del ácido glutámico y su rol es inhibir o reducir la actividad neuronal, y juega un papel importante en el comportamiento, la cognición y la respuesta del cuerpo frente al estrés. Las investigaciones sugieren que el GABA ayuda a controlar el miedo y la ansiedad cuando las neuronas se sobreexcitan.
Algunos extractos de plantas y suplementos ayudan a incrementar el ácido gamma-aminobutírico en el cerebro, como el extracto de bálsamo de limón (melisa) y valeriana, el aminoácido L-teanina presente en el té, el magnesio, la taurina, la pasiflora, los vegetales fermentados y el kéfir, los alimentos ricos en vitamina B6, como el salmón o las legumbres, y la carne rica en proteínas.