Aunque el acné es todavía un gran misterio que la medicina aun no logra develar, se sabe que es un problema estrechamente ligado tanto a ciertas costumbres que, a diferencia de los desajustes hormonales, (una de las primeras causas del acné severo y difícil de controlar) pueden eliminarse para mejorar la apariencia de la piel. En este ámbito se encuentran los malos hábitos alimenticios que, combinados con la acción de las hormonas, pueden hacer estragos en la piel.
¿Cuál es el vínculo?
La alimentación es la primera vía de ingreso de toxinas al organismo. La carga de toxinas puede llegar a elevarse tanto que es imposible de eliminar por el conducto intestinal y entonces empieza literalmente a “brotar” por los poros, que afectados por los cambios hormonales, se saturan y desarrollan infecciones. Es algunos casos, no es necesario comer comida basura todo el tiempo para ver el problema manifestarse, ya que muchas veces, el mal procesamiento de los alimentos regulares y la acción de sustancias dañinas como el alcohol y el cigarro, pueden afectar y predisponer a esta condición.
Al revisar si la relación en el acné y la digestión es la clave en tu caso, puedes ponerle fin a la aparición de granos y espinillas.
¿Qué debería hacer?
Además de llevar una rutina de limpieza y cuidado minucioso de tu piel, comienza a beber mucha agua, a comer vegetales de hoja verde y a eliminar el exceso de grasa saturadas, azúcares y conservadores. Dale un empujón a tu organismo con un suplemento natural como Kyodophilus, que contiene tres cepas de bacterias digestivas vivas que como son resistentes a los ácidos del estómago, favorecen la digestión, repueblan la flora intestinal y aceleran la eliminación de toxinas. Tu piel será la primera en agradecer el cambio.
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