La situación actual ha hecho que tengamos que adaptarnos y convivir con una serie de retos a los que no estábamos acostumbrados. Como consecuencia, es posible que nuestro organismo se haya visto alterado.
Algunos ejemplos de estas situaciones en las que nos estamos viendo expuestos durante este período de confinamiento son que, en la mayoría de los casos, no podemos exponernos al sol el tiempo necesario, los horarios laborales han cambiado y hemos perdido nuestra rutina habitual, no podemos realizar actividad física de manera habitual, entre otras muchas cosas.
Este conjunto de situaciones pueden desajustar nuestros requerimientos fisiológicos y, como consecuencia, verse alterado nuestro bienestar físico y mental.
Para reajustar nuestro organismo y devolver al cuerpo su homeostasis natural, hay cuatro pilares fundamentales que deberíamos tener en cuenta.