Por Luisa Varela Sende
La pandemia de Covid-19 puede facilitar la pérdida microbiana general
Múltiples microorganismos (bacterias, virus, hongos…) habitan el cuerpo humano, formando nuestro microbioma. Este microbioma es fundamental para nuestra salud y su diversidad ha ido disminuyendo durante décadas debido a nuestra forma de vida urbana, el uso de antibióticos y la higiene excesiva. La pandemia de Covid-19 podría estar fomentando este declive. Un grupo de investigadores de la Universidad British Columbia y del Instituto Pasteur de Paris exploró este fenómeno en una revisión científica a principios de este año.
La pandemia de Covid-19 puede tener un efecto sustancial y desigual en todo el mundo sobre los microbios de los que depende la humanidad. Las medidas y prácticas actuales de control de la pandemia, desde el distanciamiento físico hasta la higiene intensiva, pueden tener efectos a largo plazo; potencialmente pueden facilitar la pérdida microbiana general y dificultar que las personas reemplacen esta diversidad que se está perdiendo y que es tan necesaria.
El virus puede afectar directamente al microbioma, especialmente en el intestino y las vías respiratorias. Además, los pacientes que padecen casos graves de Covid-19 pueden recibir antibióticos en dosis altas, que pueden afectar aún más su microbioma.
¿A quién afecta el Covid-19?
El Covid-19 no solo afecta a los infectados con el virus. Las medidas para controlar la transmisión de una pandemia afectan a la sociedad en su conjunto, aunque de manera desigual. Por ejemplo, el lavado frecuente de manos y, en algunos casos, el saneamiento regular de lugares públicos y privados con lejía o desinfectante hidro alcohólico, son medidas recomendadas para controlar la transmisión. Las medidas higiénicas son cruciales para controlar la transmisión, pero también pueden afectar al microbioma de diversas formas. Las medidas de bloqueo, especialmente para aquellos que disminuyen sus actividades físicas y consumen más alimentos no saludables, pueden reducir la diversidad microbiana, mientras que para otros, cocinar en casa y comer en familia se ha relacionado con la disminución del consumo de alimentos procesados y puede afectar positivamente al microbioma.
Por último, las interacciones sociales, que contribuyen a la composición del microbioma intestinal, se han limitado para prevenir la propagación de la pandemia, con posibles consecuencias para las poblaciones muy jóvenes y ancianas. Estas consecuencias pueden ser especialmente pronunciadas en aquellas sociedades donde los ancianos no conviven con las generaciones más jóvenes.
Los investigadores también argumentan que la pandemia ofrece una oportunidad única para estudiar la relación entre el microbioma, el virus SARS-CoV-2 y las condiciones y cambios sociales y económicos. Este conocimiento puede resultar clave en la prevención, el tratamiento y las consecuencias biológicas y sociales a largo plazo de ésta y de pandemias futuras.
Referencia:
Finlay B, Amato K et al. The hygiene hypothesis, the Covid pandemic and consequences for the human microbiome, PNAS, January 20, 2021.