Llevamos una vida tan estresante y fugaz que muchas veces nos olvidamos de cuidar de nuestro órgano más grande de nuestro cuerpo, la piel. En épocas de sol suele aparecer alguna alergia al sol. Nos han enseñado a que el cuidado de ésta es para vernos más jóvenes y más bellos, pero la realidad es que principalmente es por nuestra salud.
La piel nos protege de factores externos que pueden perjudicar nuestra salud, como el frío, el calor, las bacterias, rayos solares…Tenemos que cuidarla para que siga cumpliendo todas sus funciones de manera correcta. Además, el estado de nuestra piel es el gran reflejo de nuestra salud exterior e interior.
Síntomas
La alergia al sol es una reacción cutánea que aparece con la exposición solar. Existen distintos síntomas para identificar una alergia solar:
- Picor
- Dolor
- Enrojecimiento de la piel
- Pequeños bultitos como granos que se acaben fusionando y formen manchas con relieve
También puede aparecer otros síntomas pero menos comunes:
- Dolor de cabeza
- Náuseas
- Escalofríos
Alergias solares más comunes
- Erupción polimórfica lumínica (EPL): es un tipo de alergia al sol que suele aparecer más en mujeres ya que está relacionada con factores hormonales. Se manifiesta con pequeños bultos y ronchas que aparecen a las pocas horas de haberte expuesto al sol. Aparecen sobre todo en cara y escote, aunque también pueden aparecer en el dorso de los brazos y los pies.
- Urticaria solar: es menos frecuente que la anterior y aparecen bultos más grandes, parecidos a los de la picadura de un insecto. Este tipo de alergia afecta tanto a mujeres como a hombres y no lo hace en ninguna parte del cuerpo en concreto. Su aparición es pocos minutos de tomar el sol.
- Prurigo actínico: este tipo de alergia aparece con engrosamiento de la piel y aparece sobretodo en personas con edad más avanzada.
Prevención
Evitar la exposición solar entre las 10h y 16h
En este período de horas es cuando los rayos del sol son más fuertes, por lo tanto, intenta realizar actividades que sean lejos de la exposición durante estas horas. En caso que no puedas, intenta limitar el tiempo que estás expuesto al sol.
Evitar la exposición de golpe a mucha luz solar
Cuando llegan épocas señaladas como el verano, a todos nos apetece tomar el sol y hacer actividades al aire libre. En justa medida es un error, ya que nuestro cuerpo o mejor dicho, nuestra piel, tiene que ir adaptándose poco a poco a los rayos del sol.
Usar ropa protectora
Protegerse con ropa protectora frente los rayos de sol como pueden ser las gafas de sol, sombreros, gorras, prendas de manga larga. Evitando las prendas con tejidos delgados o tejido abierto, ya que los rayos UV pueden pasar a través de ellas.
Aplicar protector solar
Usar protector solar de alta gama y resistente al agua es una buena opción para poder prevenir la alergia solar. Nuestra piel ha de estar protegida y mejor con un protector al menos de 30, incluso en días nublados. Aplicarlo de manera abundante, e ir repitiendo cada dos horas o incluso con más frecuencia si nadas o traspiras.
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Como hemos comentado, dichos ingredientes contienen propiedades hidratantes y antioxidantes, que actúan nutriendo, protegiendo y reparando la piel de los efectos nocivos de los rayos solares, si bloquear el bronceado natural de la piel.
