Al hacerte mayor tendrás que aceptar que tu cuerpo necesita de un cuidado integral que requiere de un compromiso personal contundente. No se trata de competir con los jóvenes que gastan horas y horas en un gimnasio o de ponerte retos imposibles, pero lo que es cierto es que con los pequeños cambios en favor de la salud tu vida mejorará sustancialmente.
Empieza con tareas sencillas
Jugar con tus nietos un rato en el parque, salir a dar una pequeña caminata con tu perro y preferir el coche solo para las distancias largas puede marcar la diferencia entre una vida saludable y una llena de citas medicas innecesarias.
Aliméntate tan bien como puedas
Es obvio que nadie quiere privarse de participar de una parrillada en familia o de darse el gusto de probar un delicioso postre de vez en cuando. Si no quieres llegar a ese punto en el que tu médico te prohíbe todo, aprende a comer de todo pero moderadamente. Sácale gusto a esas pequeñas porciones. Envejecer no tiene que significar renunciar al placer.
Consume calcio y vitaminas
Con el paso del tiempo tus huesos se van desgastando y es necesario que los fortalezcas con complementos como el Calcium6 que posee seis fuentes principales de calcio, vitamina D3, fósforo y sílice.
Para reforzar esas ayudas energéticas y proteicas puedes optar por el Vita Min C o como el Inmiflex para adultos que te ayudará a fortalecer tu sistema inmunológico con el fin de que puedas disfrutar en calidad todas las aventuras que aún deseas vivir con tu familia. Porque envejecer saludablemente es un placer.