La rosa rubiginosa o rosa mosqueta es un arbusto originario de numerosas regiones de Europa que después de florecer, desarrolla unos pequeños frutos rojos llamados escaramujos que son muy apreciados en el ámbito la belleza. Debido a su gran concentración de ácidos grasos esenciales, retinol y vitaminas A, C, E, el extracto del fruto de la rosa mosqueta, que tiene una textura untuosa por la que se considera un aceite, puede traer un sinnúmero de beneficios para tu piel.
Reduce las manchas y cicatrices
En parte por su contenido de antioxidantes concentrados y porque es una gran fuente de retinol, el aceite de rosa mosqueta puede ayudarte con las cicatrices de todo tipo y con las manchas originadas por el sol. También es extraordinario borrando las estrías y la textura irregular que deja el acné inflamatorio.
Previene el envejecimiento prematuro
Como favorece la producción de colágeno natural, este extracto puede mejorar la apariencia de las líneas de expresión, prevenir la perdida de firmeza en la piel y conservar la integridad del óvalo del rostro. Su carga de vitamina C y E evita que las células se oxiden.
Hidrata y regenera
Este aceite impide la pérdida progresiva de la humedad, pero además, como nutre a profundidad, permite que la piel se regenere rápidamente mejorando la apariencia después de haber sufrido lesiones, quemaduras solares y crisis por alergias.
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