Pues sí, efectivamente, nos hacemos mayores. Y todavía no hemos descubierto el elixir para remediarlo… Así que, qué menos que entender un poquito lo que pasa ahí arriba.
Somos conscientes de que nuestro cerebro envejece inevitablemente. Pero no todos los cerebros, o personas, envejecen de la misma manera. Y lo que es más importante, existen medidas que podemos tomar para retrasar al máximo posible el declive cognitivo y mantener nuestras habilidades, e incluso mejorarlas. Porque, por si no lo sabías, el cerebro sigue desarrollándose y adaptándose a lo largo de toda la vida.
A medida que envejecemos, es típico experimentar despistes, olvidar cosas, que nos falle la memoria… Y lo cierto es que todo eso nos lleva pasando a lo largo de toda la vida. Lo que sucede es que ahora, al mínimo despiste, nos ponemos alerta y tememos sufrir algún tipo de demencia.
¡Mantengamos la calma!
Para empezar, es muy importante comprender que el Alzheimer y demás tipos de demencias no son resultado de un envejecimiento normal.
Cambios en el cerebro propios de la madurez
Es cierto que algunas partes del cerebro cambian, especialmente aquellas relacionadas con el aprendizaje y otras habilidades complejas, y procesos fisiológicos como la inflamación, que es una respuesta del cuerpo ante una lesión o enfermedad, por ejemplo, puede aumentar.
Dichos cambios graduales en el cerebro pueden afectar a nuestras habilidades, incluso en personas sanas. Y aunque es posible perder agilidad, si se dedica el tiempo suficiente a practicar y mantener el cerebro en forma, podemos conseguir resultados igual de buenos o incluso mejores que una persona más joven.
La evolución del cerebro
El cerebro continúa evolucionando cuando somos adultos y aunque durante mucho tiempo se ha creído que las habilidades cognitivas empiezan a disminuir inevitablemente a partir de la mediana edad, en los últimos tiempos hemos descubierto que el cerebro de los mayores de 50 años es mucho más práctico de lo que antiguamente pensábamos.
Un estudio reciente ha demostrado que solamente las habilidades de alerta disminuyen con la edad, mientras que las habilidades relacionadas con la memoria, la toma de decisiones y el autocontrol pueden mejorar, permitiendo resolver problemas complejos, gestionar las emociones, prestar atención y centrarnos en lo que es importante de manera más efectiva.
¿Cómo podemos mantener nuestro cerebro al 100%?
Los investigadores sugieren que estas habilidades pueden mejorar con la práctica a lo largo de toda la vida y que los beneficios de ejercitar estas habilidades, estimulando el cerebro, pueden ser lo suficientemente grandes como para compensar los cambios naturales del cerebro, propios de la madurez.
Estas son algunas de las claves más importantes:
– Realizar ejercicio físico regularmente
Está claro que en la mayoría de los casos, dependiendo de la edad, por supuesto, puede no ser el momento ideal para apuntarse a maratones o triatlones. Pero hay que admitir que, cada vez más, existen maneras de hacer ejercicio que se pueden adaptar a todo tipo de personas. Generalmente, se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana.
– Mantener el cerebro activo
Estamos hablando de realizar actividades que conllevan ejercitar el cerebro. Puede ser leer, escribir, ejercicios de memoria, jugar al ajedrez… Las posibilidades son infinitas, e incluso podemos valorar entrenarnos con profesionales en centros de estimulación cognitiva. Y, por si te lo estás preguntando, ver la televisión no entra dentro de este tipo de actividades estimulantes.
– Mantenerse socialmente activo
Las personas que participan en actividades productivas y significativas con otras personas tienden a vivir más tiempo, mejorar su estado de ánimo y tener un sentido mayor de propósito. Los estudios demuestran que estas actividades pueden mejorar la función cognitiva, así que rodéate de familiares y amigos, o incluso descubre una nueva afición para formar un grupo.
– Tener una dieta saludable
Por norma general, una dieta saludable se compone de frutas y verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado y aves; y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa (¡las vitaminas B son muy importantes para el cerebro!). Además, con el objetivo de mantener tu mente al 100% es recomendable comer pescado azul con frecuencia, para obtener los ácidos grasos esenciales (Omegas) que nuestro cerebro necesita y no podemos producir naturalmente. Por tanto, en el caso de las personas que no les gusta comer pescado, o quieren asegurarse de obtener la cantidad necesaria de Omegas, es recomendable el uso de complementos alimenticios.
– Dormir y descansar bien
Es natural que, cuando nos hacemos mayores, los patrones del sueño pueden ser más irregulares y es posible que necesitemos menos horas de descanso. Sin embargo, es muy importante para mantener las capacidades mentales, ya que, cuando descansamos, nuestro cerebro aprovecha para realizar procesos muy importantes, entre otros, para la memoria.
Conclusiones
Como ya sabemos, el cerebro participa en todos los procesos de nuestra existencia: recordar, planificar, organizar, tomar decisiones y mucho más. Por tanto, si cuidamos y mantenemos la salud de nuestro cerebro, conseguimos continuar siendo independientes y que podamos realizar las tareas o actividades del día a día, igual de bien que siempre o incluso mejor, gracias a la ventaja que nos ofrece la experiencia.
Actualmente, los tratamientos para el deterioro cognitivo son limitados. Por tanto, para mantener, e incluso mejorar, las funciones cognitivas (atención, memoria, razonamiento…) es muy importante cuidar la alimentación, estar rodeados de personas queridas y, siempre que sea posible, disfrutar del aire libre y la naturaleza, evitando la soledad, el ruido y el estrés. Por último, es importante continuar realizando actividades que estimulan el cerebro, por ejemplo, juegos de mesa, lectura y escritura, actividades artísticas, juegos de orientación, y similares.