¿Sabes cuál es el enemigo número 1 de la productividad?
Estoy seguro de que lo conoces de primera mano… Se llama PROCRASTINAR y consiste en aplazar una obligación interminablemente.
Es natural sentirse mal cuando planeamos cosas y terminamos por no hacerlas. Además, cuando posponemos las obligaciones, no solamente retrasamos aquello que inevitablemente tendremos que terminar haciendo, si no que acumulamos cada vez más y más tareas que no nos entusiasman.
Vamos a ver cómo podemos terminar con el pez que se muerde la cola…
1) Celebra los pequeños éxitos
Planea cosas que te generan satisfacción cada día y HAZLAS. Cosas fáciles y que te gusten. Por ejemplo, escuchar música, pasear un rato o dedicar 15 minutos a un hobby. Así se empieza a romper este ciclo tan molesto.
2) Elimina los “debería” o “tendría que” de tu vocabulario
Solamente usamos estas palabras cuando estamos intentando hacer algo que no nos apetece hacer (“debería lavar los platos”). Este tipo de vocabulario se carga a la motivación, así que cambia esas palabras por “quiero” y concéntrate en la parte más agradable de aquello que tienes que hacer (“quiero dejar la cocina limpia”).
3) Adapta las obligaciones a tu manera de ser
Si te cuesta eliminar el “debería” o “tendría que”, no te preocupes. Entonces plantéate cómo puedes adaptar esa obligación. Por ejemplo, ¿tienes que ir a hacer la compra y no soportas la idea de las colas? Pídele a un/a amigo/a que te acompañe y podéis charlar mientras haces los recados. ¿Has probado ir a ultimísima hora? No hay NADIE, no hay colas.
4) Convierte las obligaciones en un juego
La falta de motivación es un problema que se acumula con el tiempo y ya sabemos que decirnos “simplemente hazlo” no ha funcionado y dudo mucho que empiece a funcionar ahora. ¡Pues sé creativ@! ¿No tienes ganas de ir al supermercado? No pasa nada, quítatelo de encima lo más rápido que puedas. Haz una carrera contigo mism@ y si consigues hacer la compra en menos de 15 minutos te premias con algún capricho.
Espero que estos consejos te ayuden aunque sea un poquito a motivarte más y a procrastinar menos. ¿Conoces algún otro consejo?, ¡Compártelo con nosotros en los comentarios!